por Omar Zevallos :
Cuando Julio Ángel Carrión
Cueva terminó el
colegio, tenía claro que
su futuro estaba ligado a la cibernética
y a la computación. Le dijo
a su padre que quería ser analista
de sistemas y su meta era
trabajar en la IBM, así que, sin
mayores preámbulos, se inscribió
en un instituto especializado.
Todo estaba bien hasta que,
por ahí, escuchó que alguien estaba
interesado en hacer una película
de dibujos animados y él
ya empezaba a mostrar cierto interés
por el dibujo.
Así, uno de sus profesores lo llevó
donde los dueños del proyecto
y unas semanas más tarde ya
estaba dibujando, junto a un ejército
de jovencitos venidos de todas
partes,soñando con ver su primera
película de animación hecha
en el Perú. Por aquel entonces,
Disney era ya el referente
principal para quienes vieron todas
sus películas.
Julio tenía apenas 19 años cuando,
sentado frente a su tablero de
dibujo,empezó a sentir que el arte
corría por su venas y que la
quimera de ser un analista de
sistemas apenas había sido un
sueño fugaz; al igual que la famosa
película, pues los hicieron
trabajar en doble turno y al final
nunca supieron qué fue de
todo ese trabajo.
Pero aquella experiencia le sirvió
para encontrarse consigo
mismo y saber que su vida estaba
ligada al arte del humor y el
cómic. Así que, con su sueño a
cuestas, se fue de casa,
se aprovisionó de una buena cantidad de
revistas y libros de Asterix el galo,
y se encerró varios días a dibujar
como loco todo lo que podía,
copiando a Disney y al español
Carlos Giménez.
Desde entonces, no ha parado de
dibujar. Armado de una buena
cantidad de tiras e historietas, se
fue en busca de alquien que las
publicara, tarea un tanto difícil
por aquellos tiempos.Pero,como
guiado por su propio destino, Julio
se topó en un kiosko con una
revista de chistes eróticos llamada
“Cosquillas”. Sin pensarlomucho, fue a la editorial y empezó
a publicar, y hasta llegó a dibujar
las carátulas.
Luego conoció a Dionisio Torres,
notable dibujante e historietista,
quien lo guió y lo relacionó con el
mundo de las publicaciones.
Poco tiempo después formó parte
del staff de dibujantes del estudio
“Osito Monky”, que abastecía de
juegos e historietas a algunos diarios,
hasta que Julio es jalado a trabajar
en OJO, donde junto a otros
artistas empieza a publicar sus
historietas y donde adquiere su famoso
seudónimo “Karry”.
Aquí en OJO nacieron “Cucho y
Chicho”, dos adolescentes skaters
que pasan las mil y una aventuras;
y también “Petizo”, un chiquillo
con ciertos poderes que
busca la paz y la justicia social.
Ambos personajes salieron publicados
en el suplemento “Aventuras
y romances”.
Ya luego vendría el famoso “Simeón”
y “La combi”, notables
personajes criollos, cuyas tiras
hacen reír a nuestros lectores.
Karry ha entrado a las ligas mayores,
pues hace unas semanas obtuvo
el Primer Premio Internacional
“Terapia humoral 2005”, convocado
por la Facultad de Medicina
de la Universidad Lleida, en España,
y fue el espaldarazo que necesitaba
para plantar un hito en
su carrera profesional.
Karry es un humorista gráfico sutil,
que busca la sonrisa pero también
la reflexión, apoyado en una
buena línea y un buen manejo del
color.Un artista del humor que todavía
dará mucho que hablar. | |
| |
| | | | |
No hay comentarios:
Publicar un comentario